"Cada frase que pronuncio no puede considerarse una afirmación
sino una pregunta".
Niels Bohr (1885-1962); físico danés, premio Nobel.
Le Forum des psys
s'est tenu à Paris au centre de Conférence Méridien Montparnasse le Samedi 15 novembre 2003 de 14h à 19h non stop, Autour de l'amendement Accoyer et du rapport Cléry-Melin
Ce Forum était une initiative d'Ornicar ? revue du Champ freudien dirigée par Jacques-Alain Miller
Il représente une étape importante de mobilisation pour la suppression du Communiqué Mattéi et du gel de l'amendement Accoyer
Le "manifeste psy" a été à cette occasion signé par plus des 900 participants présents.
La création du MOUVEMENT DU 15 NOVEMBRE y a été lancée.
Nous nous considérons comme mobilisés jusqu’à la suppression du Communiqué Mattéi et au gel de l’amendement Accoyer.
Adresser les signatures à : ORNICAR ?-FORUMPSY 9, rue Duguay-Trouin, 75006 Paris, ou directement sur le site : http://www.forumpsy.org
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LE MANIFESTE PSY
Paris, le 15 novembre 2003
Nous, les psys, qui traitons « la demande qui part de la voix du souffrant, d'un qui souffre de son corps ou de sa pensée » (citation de Lacan) ;Nous, professionnels de l'ensemble des modes d'exercice de la psychanalyse, de la psychologie clinique, des psychothérapies, et de la psychiatrie publique et privée, réunis en forum à Paris ce 15 novembre 2003, déclarons ce qui suit :
Le 2 octobre dernier, le Ministère de la Santé a annoncé dans un communiqué officiel « l'élaboration d’un plan global sur la Santé Mentale » sur la base du « plan d'actions » Cléry-Melin, précédée d'une concertation dite « élargie » associant « les professionnels et les représentants de l'ensemble des modes d’exercice de la psychiatrie (publique et privée), ainsi que les associations des malades et de leur famille ». Ce qui veut dire en clair qu'on entend exclure de toute concertation les professionnels et les représentants de l'ensemble des modes d'exercice de la psychanalyse, de la psychologie clinique, et des psychothérapies.
Le 8 octobre, l'Assemblée nationale, gauche et droite confondues, a voté à l'unanimité l'amendement 336, troisième modification, du Code de la santé publique, dit « amendement Accoyer », et ce, sans l’ouverture préalable d'un débat public, sans auditions des professionnels concernés, et sans être elle-même informée de données essentielles, dont le rôle que le Ministre chargé de la Santé entendait faire jouer au « plan d'actions » Cléry-Melin. Ce vote constitue en lui-même une « pathologie de la démocratie ».Le Communiqué et l'amendement sont les deux faces d'un même projet dont la réalisation mettrait en coupe réglée la santé mentale en France au bénéfice des cliniques privées, et mettrait au pas la psychanalyse et les psychothérapies au bénéfice des laboratoires pharmaceutiques : nos professions sont en effet les principaux obstacles empêchant le triomphe total des psychotropes, dont les Français sont d’ores et déjà les premiers consommateurs dans le monde.
En conséquence de quoi :
1. - Nous demandons la suppression pure et simple du Communiqué du 2 octobre dernier.
2. - Nous demandons respectueusement aux Sénateurs de procéder aux auditions des représentants qualifiés de nos professions, puis de geler le vote de l'amendement Accoyer, dans l'attente de la proposition du « Forum des psys », en cours d'élaboration.
3. - Nous prions le Ministre de la Santé, M. Mattéi, le Ministre de la Culture, M. Aillagon, et le Secrétaire d'État aux professions libérales, M. Dutreil, de recevoir la délégation dite du « Forum des Psys », qui leur exposera les enjeux de la présente affaire et les raisons de l'émotion populaire et médiatique : enjeux de santé publique, enjeux de civilisation, enjeux professionnels.
4. - Nous suggérons à Alain Juppé qu'il ne serait pas inopportun que le président de l'UMP songe à prendre position sans trop tarder sur les initiatives mal orientées du député UMP de Haute-Savoie, M. Accoyer, qui défrayent fâcheusement la chronique.
5. - Nous souhaitons la constitution d'un groupe de travail, comprenant, avec la délégation du «_Forum des psys_», des représentants des deux Chambres et ceux de l'ensemble des professionnels intéressés au « psy », depuis les psychiatres jusqu'aux travailleurs sociaux et infirmiers, sans oublier les associations des malades et usagers.
Nous nous considérons comme mobilisés jusqu'à la suppression du Communiqué Mattéi et au gel de l'amendement Accoyer.
Adresser les signatures à : ORNICAR ?- FORUMPSY 9, rue Duguay-Trouin, 75006 Paris, ou sur le site : www.forumpsy.org
Texte rédigé par Jacques-Alain Miller.
Forum des psys
Samedi 15 novembre 2003
14h-19h non stop
Autour de l'amendement Accoyer
et du rapport Cléry-Melin
Ce Forum est une initiative d'Ornicar ?
revue du Champ freudien
dirigée par Jacques-Alain Miller
Entrée libre avec participation aux frais : 10 Euros
Centre de Conférence
Méridien Montparnasse
19 rue du Commandant Mouchotte 75014 Paris
La Comuna Armada como alternativa
Parte de De que van las comunas. Pepe Ribas. Ed La Piqueta 1980.
Este texto está sacado del libro De que van las comunas. Era un libro escrito allá por 1980, cuando la moda comunera contracultural comenzaba a remitir. Aún así todavía quedaba mucha gente interesada en crear comunas tanto rurales como urbanas (en pisos). A menudo esa gente provenía de las clases medias o incluso altas, y lo que buscaba era una nueva forma de vida en total libertad -casi siempre temporal. Pero existía gente que se lo tomaba en serio y que ya estaba harta de todas las experiencias fracasadas de años anteriores. Lo que viene a continuación es una serie de recomendaciones basadas en experiencias prácticas para crear comunas. Está basado a su vez en un texto italiano con el mismo nombre escrito en los años 70. Estas recomendaciones siguen siendo muy útiles para aquellas personas que viven o que quieren vivir en comunidad en nuestros tiempos.
Errores y derrotas
En estos años, claro está, la experiencia comunitaria ha sufrido crisis y derrotas graves: la infravaloración del enemigo exterior e interior, el falso espontaneísmo que ha bloqueado y destruido centenares de comunas o de pseudo-comunas, la sublimación mística, el mito de lo "natural " llevado hasta el fanatismo y el masoquismo, las utopías creadas por teóricos que nada saben acerca de la práctica, pero que como son muy eruditos se les concede gran importancia... estos son entre otros, la contrapartida interna de la paranoia real desencadenada por el capital con una represión capilar que ha significado miles de persecuciones, detenciones, presidios, etc., con la excusa de las armas, de las drogas, del terrorismo. Por no hablar de la recuperación o de la banalización consumista de las luchas por una vida alternativa. Se han banalizado o comercializado, todas aquellas cosas que en un principio tendían a una desalienación, como pudieran haber sido la macrobiótica, la medicina natural o el cultivo biológico. y todo eso quita energías a la lucha de clases, ya que banaliza el descubrimiento de nuevos campos para el enfrentamiento, en unos momentos en que el Capital intenta con todos los medios a su alcance, integrar el proletariado.
Autocrítica: crear comunas de ataque
Actualmente se está realizando una importante autocrítica y replanteamiento de todos los movimientos comunitarios europeos. Es necesario armarse contra la miseria de la supervivencia para estar capacitados para conquistar espacios concretos y cotidianos de felicidad y serenidad, de capacidad de vida y de lucha. UNA COMUNA PARA PODER FUNCIONAR HA DE ESTAR ARMADA. Es decir, debe poder y saber defenderse de todos los ataques, tanto internos como externos que inevitablemente le serán dirigidos por cuanto constituye una célula diferente de la norma.
Defenderse de manera radical de los ataques externos: represión, marginación, crítica ideológica por parte de los comunistas y socialistas integrados, invasiones de todo tipo por parte de gente colgada y sin rumbo o de temporales dispuestos a reintegrarse más tarde [en el sistema], de burgueses mirones e inactivos y de empreñadores varios. Defenderse también de manera radical de los problemas internos, dándose los instrumentos de confrontación con el resto del mundo y de crecimiento colectivo con los compañeros con los que se ha decidido la convivencia común. Las reuniones comunitarias de autocrítica, la autoconsciencia, de discusión y de solución de los problemas, la rotación de las tareas y de las cosas que molestan y que cansa hacerlas, saltadas muy a la torera en las últimas experiencias comunitarias, con argumentaciones a favor de la espontaneidad o en nombre de una utopía armónica entre individuos, en realidad fuertemente condicionados por una educación y un ambiente externo hostil a la solidaridad.
COMUNA ARMADA NO SIGNIFICA UNICAMENTE EN POSESION DE ARMAS, ARMADA SIGNIFICA SER COMPETITIVA CON EL CAPITAL EN CALIDAD DE VIDA, significa ser polo de agregación (unión con las fuerzas sociales del lugar en el que existe), significa que sus miembros son una unidad de guerrilleros desencadenados contra el capital y el autoritarismo de todos los Estados, capaces de formular y de sostener en la práctica, modos alternativos de resolución de los problemas cotidianos. Desde el "cómo comer" hasta saber organizar circuitos campo-ciudad, cooperativas de trabajo, cooperativas de consumo, intercambios de experiencias, dinámica de discusión con campesinos y trabajadores. Desde saber hacer un gallinero hasta saber afrontar y resolver, sin esconderlas, las eventuales contradicciones internas y las tensiones personales y emocionales del grupo. Desde autogestionar cuerpo y cabeza hasta limpiar el W.C. y lavar los platos dejando ya de esperar a que alguien nos haga de criada para todo, y hasta enseñar a los niños todos los trabajos domésticos.
Significa, sobre todo, que los miembros de una comuna estén acorazados, vacunados, en posesión de los primeros rudimentos de autodefensa práctica y psicológica para resolver las tensiones interpersonales que se creen en su interior y que nosotros, pequeños-burgueses, arrastramos, hasta que decidimos liberamos de ellas.
Igualdad en las relaciones e igualdad sexual
En una comuna no deben existir líderes, pequeños jefes ni machos chauvinistas. La comuna constituye una leccióri solidaria y alternativa, de base. Al fundar una comuna debe existir un cierto equilibrio de madurez entre los componentes. Una comuna no es una experiencia maravillosa y salvadora por el simple hecho de ser comuna. Exije un determinado grado de reflexión y madurez, no se puede caer en el espontaneísmo facilón de "entre todos lo haremos todo", porque esto no funciona. Hay que ir a la comuna con una cierta dosis de esceptibilidad y a la vez con la suficiente fe y fuerza como para superar las circunstancias hostiles.
Hay que evitar los maximalismos, los dogmatismos y las situaciones imposibles. El primer y fundamental equilibrio ha de buscarse en la igualdad no sólo de necesidades y deseos, sino también sexual. Será difícil para una mujer o para un gay vivir en un ambiente machista. Será también difícil compartir el espacio con una única pareja, ya que la pareja es siempre un centro de poder. Su poder se mengua en todo caso cuando se le enfrenta con otra pareja; en cualquier caso, sería siempre predominante en sus relaciones con los demás. Las comunas formadas por un híbrido de compañeros intelectuales de origen burgués y de compañeros más pragmáticos de origen proletario pueden dar lugar a notables combinaciones de intercambio, pero también corren el peligro de poner nuevamente en evidencia una división de las tareas en la que los teóricos dirigentes se afirmen sobre los trabajadores manuales.
Caja común y asignación de dinero
Cuando se decide que no hay que dejarse llevar por las alquimias individuales de una convivencia, sino que se quiere vivir una verdadera experiencia de comuna, hay que poner enseguida en claro y decidir cómo se piensa hacer funcionar la comuna. Si ésta debe ser una pequeña célula autosuficiente con actividades comunes (más fácil en el campo) o bien si es un lugar donde viven varios compañeros que desarrollan actividades distintas o trabajos externos, pero que tienen muchas cosas en común. Hay que resolver los problemas de relación con otras comunas., y en un marco alternativo, intentar conectar o favorecer, las cooperativas, bien sea para comprar alimentos, ya sea para venderlos. También hay que decidir cómo se piensa afrontar la situación económica: en algunos casos todo el dinero se pone en una caja común y cada uno coge lo que necesita. Esto implica evidentemente un gran sentido de la responsabilidad para evitar "buitres" y "víctimas". Funciona cuando las relaciones de la comuna son estrechas y felices. Por el contrario, si se está en la fase de aprendizaje hará evitar jaleos el repartir el dinero en sobres, uno para el alquiler, otro para la comida... y dejar el resto para los gastos comunes o individuales y ver qué tal funciona la historia. En cualquier caso es importante colectivizar progresivamente el dinero.
Uno de los problemas básicos de todas las comunas es el problema económico. ¿De dónde sacar las pelas para instalarse en el campo o para alquilar un piso grande en la ciudad? Muchos grupos, los que se plantean la experiencia como una auténtica alternativa, ahorran durante bastante tiempo hasta haber conseguido acumular lo suficiente. En estos momentos conozco como mínimo veinte grupos que se encuentran en este estado. La mayoría, de Madrid. y creo que, a la larga, este período es muy importante, pues no sólo sirve para ahorrar , sino que en él vas madurando la idea.
Rotación de trabajos y trabajos colectivos
Soluciones muy buenas, pero más bien utópicas porque implican un altísimo nivel de conciencia, son aquéllas en las que ni el dinero ni los trabajos están sometidos a reglas precisas o a turnos, de manera que si alguien quiere tomar el sol durante una semana mientras los demás trabajan, puede hacerlo, o si alguien no lava nunca los platos es porque cocina más a menudo que los demás o porque realiza trabajos considerados "desagradables" en nuestra consciencia separada de los gestos y de su valor.
Pero a veces si no se deciden turnos elásticos y justos para todos se cae en el más negro de los desórdenes, o bien algunos compañeros hasta que la situación explote, cumplen el papel de "padres y madres" de los demás. y los que no soportan la suciedad limpian para los "hipócritas" que encuentran motivos existenciales- antiburgueses del tipo: "la suciedad es liberatoria" o "a mí ya me va bien así". Y ocultan su pereza y su antisocialismo. A estos tipos es conveniente echarles enseguida porque han pasado los tiempos contraculturales en los que jauja, la evasión y el psicodelismo justificaban en gran parte el movimiento comunal. La comuna, en cuanto alternativa social, tiene un fondo político trascendental y ya he dicho que los comuneros deben ser guerrilleros, deben ofrecer una alternativa práctica y viable al capital. A la vagancia y al reformismo intelectual hay que echarlos por la vía rápida y darles con la puerta en las narices.
La elección de establecer una rotación de tareas, o de hacer "turnos" (odiados porque recuerdan imposiones familiares). Pero hay que tener en cuenta que una comuna no debe suponer una reacción a la barbarie burguesa sino un compromiso de alternativa "individual y social". Una comuna es una elección autónoma y colectiva de dinámica para llegar a la armonía. Los turnos no tienen que ser stalinistas ni draconianos, sino elásticos, según aptitudes-necesidades de cada uno y pueden variar a medida que los estados anímicos de los individuos cambian o se alteran. Comunidad es también amistad y en "amistad" estos problemas tienen siempre solución adecuada. A través de los turnos te das cuenta de la entrega que requiere el hacer una cierta cosa, del aprendizaje al ejecutarla ya aprender a hacerla, poniendo un poco de arte. Todo tiene su magia, su arte y el arte no es mercancía ni producto, arte es ante todo vida. Si al recoger las basuras o al limpiar los waters pones una cierta sensibilidad, conviertes el acto en arte. Es la única manera de superar "las funciones: roles". Aprender a cocinar, a cuidar el huerto, a sembrar a arreglar los muebles y los aparatos domésticos. No limitarse, no profesionalizarse en nada concreto. Aprender todos los oficios, tener conocimientos en todos los ramos para comprender la totalidad humana y desarrollarla en una cosmología de conjunto. Ni burocratización comunista ni profesionalidad capitalista. El hecho de que todos nos demos cuenta y tomemos consciencia de los gestos necesarios para nuestro cuerpo, nuestra vida y nuestra evolución estimula la creación, la invención de soluciones sencillas y prácticas, divertidas, no alienatorias y en cualquier caso útiles, además alumbra la solidaridad y el trabajo en común.
Por ejemplo, el problema de lavar los platos y recoger la mesa ilustra de manera óptima el problema del trabajo en común. Contra las pilas e platos que se acumulan basta un mínimo de conciencia colectiva: que cada uno se lave los suyos, tomando consciencia de cada gesto, sin partir de la hipótesis de que el plato se lava sólo porque una "mama " lo hace voluntariamente -para resolver el problema del desorden. El uno puede lavar, el otro recoger el mantel, el de más allá barrer el suelo... descubriendo que el trabajar juntos produce ritmo-felicidad-realización. El ejemplo de los platos es claramente real y simbólico. Necesitamos un criterio comunitario a seguir para evitar que triunfen los desórdenes, los individualismos.
La discusión de los platos hará seguramente sonreir a cualquier burgués mirón o a cualquier stalinista: en realidad es una contradicción aparentemente ridícula pero que sintetiza la división de los roles hombre-mujer, la esclavización de quién es más débil o más dispuesto. Lavar los platos da un poco de asco y está mal considerado en la escala de valores de la burguesía. La responsabilidad de este trabajo es impuesta por la burguesía a la clase explotada, a la mujer-esposa-madre explotada, con lo que una vez más se pone de manifiesto el machismo de la sociedad autoritaria. Una máquina (lavaplatos) es un buen invento de la sociedad capitalista, pero escurre el problema, además una máquina nunca provoca alicientes: ¿Quién mete los platos en el lavaplatos en la familia burguesa e incluso en las comunas elitistas? la mujer, claro. Es gracioso advertir que es precisamente en las comunas de homosexuales en donde existe más armonía para los trabajos de esta índole, es decir para los traba,ios domésticos, y está prácticamente demostrado que muchos de los fracasos comunitarios vienen determinados por culpa del fracaso en estos terrenos. El machismo es una de las consideraciones que hay que tener en cuenta.
Reuniones comunitarias
Muchas comunas, especialmente las grandes, realizan reuniones periódicas para "verificarse" y autocontrolarse, ya sea por lo que se refiere a la vida económica, o a turnos de .trabajo, ya sea por lo que se refiere a los conflictos internos. Otras comunas, o mejor convivencias, se fían de la amistad y de la espontaneidad y se niegan a hacer reuniones prefijadas. Aparte del hecho de esta solución más individual y utópica, puede funcionar en comunidades o convivencias de pocas personas, hay que tener en cuenta que nadie nos ha enseñado jamás a hacer autocrítica y que todos tenemos miedo a nuestra agresividad o a exponer cosas que no van, de manera que las tensiones se van acumulando hasta que explotan de verdad en modo agresivo-negativo causando incomprensiones y traumas. Cuando se deciden las reuniones, ocurre que, cuando hay algún problema con alguien o con un grupo, se registran muy fácilmente fugas o ausencia. Pero los que están presentes y discuten el problema encuentran la manera, aunque sea bromeando, de afrontar en su momento a los que no han venido, por miedo inconsciente de castigos paternos y maternos que evidentemente en la comuna no deben existir.
Es verdad que las reuniones presentan el riesgo clásico del asambleísmo: es decir que hay quien "lideriza" porque tiene mayores capacidades de convicción o de discurso, quien se calla porque tiene otros modos de expresarse, o tiempos verbales más leritos. Pero también en este caso es suficiente que la comuna tenga tendencia al círculo, dejando espacio y tiempo a todos para hablar , haciendo girar la discusión en CIRCULO, en lugar de dejar que las intervenciones sean libres, convirtiéndose entonces demasiado a menudo en aburridos-competitivos-e-inútiles ping-pongs o shows entre algunas personas.
Los líderes, los que detentan poder, cualquiera que sea el campo en el cual éste se verifique, han de ser "desmontados", puestos en crisis, convencidos -si son compañeros honestos- para que abandonen su poder estéril y tomen su propia parte de felicidad y se hagan dueños de sí mismos. Esto se les puede hacer entender adoptando una actitud no competitiva y no malévola en nuestras relaciones con ellos, sin buscar otro ángulo de toma de poder, recordando, como buenos marxistas, que son las circunstancias las que producen este tipo de actitudes, aburridos y negativas, pero que pueden ser fácilmente puestas a discusión si existe en todos, incluso en los que tienen tendencia a querer destacar, el deseo de no quitar espacio a los demás. El problema de los líderes por otra parte se resuelve a partir del momento en que TODOS toman realmente parte y responsabilidad, del proceso que se ha abierto, de la trascendencia a escala individual y social que supone tal proceso. Aunque por falta de organización externa parezca que una comuna esté aislada, esto no es cierto, la comuna es una alternativa importantísima y trascendental para el cambio social. Hay que desindividualizar los procesos de las comunas en este sentido e introducirlos en la esfera revolucionaria de la ANARQUIA INTEGRAL O DEL COMUNISMO LIBERTARIO.
Contra los jefes y jefecillos
Los más peligrosos son los que con su poder personal o económico mantienen agrupadas falsas comunas en las cuales los demás miembros se encuentran en posición subordinada o de dependencia, que aceptan inconscientemente o conscientemente por falta de valor y de autonomía personal. Hay que tener siempre presente que en una sociedad capitalista el mayor centro de poder es siempre el económico. Por lo tanto es importante que cuando se produzca una situación en la que uno de los miembros de una comuna haya comprado las tierras o sea propietario de la casa, esta situación se equilibre lo antes posible a través de la dinámica colectiva, colectivizando la tierra y el dinero. Un poco menos peligroso, aunque sí asfixiantes, son los jefecitos culturales superteóricos comunitarios, que se aprovechan de su dialéctica para crearse posiciones de privilegio en las cuales no mueven un dedo para las cosas prácticas y se apropian de cara al exterior, de todo lo positivo que ocurre en la comuna como si fuera mérito de ellos solamente. En el caso de los que presentan un comportamiento pesado o marginan a los compañeros menos cultos, se impone la denuncia pública y la expulsión.
Contrainvasores y comuneros de domingo
Cuando una comuna empieza a funcionar es inevitable que tenga que defenderse contra un montón de invasores, provocadores, huéspedes paranoicos y comuneros de fin de semana, menores furtivos y sus padres o tías que los persiguen, y tipos de toda clase, extraños y desesperados, que buscan la comuna como mero escapismo y son como los perros que han olfateado una buena presa. Han pasado los tiempos de las comunas abiertas a todos y a todo con el convencimiento de que se puede llegar a gestionar cualquier situación. Las comunas contraculturales han fracasado en gran parte por culpa de este tipo de problemas. La comuna armada ha de saber ante todo cómo defender su territorio. Incluso en el caso de grandes comunas o convivencias, tipo casas ocupadas o centros juveniles, se ha comprobado gracias a la experiencia, que tiene que haber una cierta vigilancia por parte de todos, sobre quién entra y quién sale y la admisión a convivir debe ser subordinada a la aceptación y al respeto de las reglas comunitarias. Hay que evitar a toda costa la dispersión de la expenencia y muy especialmente en los primeros momentos. Hay que evitar también las infiltraciones de guerrilleros de la extrema derecha y de policías camuflados.
Los consumidores de la felicidad
Hay algo inherente a la búsqueda de relaciones humanas: se espera que den felicidad. Pero se espera una felicidad ya confeccionada, tipo tortel de nata, que podamos consumir sin aportar nada. La comuna no es una palabra mágica, vas allí y ya está. No. Por esto cuando una comuna funciona y ha superado los primeros tragos, de inmediato atrae una avalancha de gente que por más que ve la experiencia, es incapaz luego de crear otras comunas y ni siquiera cuando está de paso logra aportar nada o en todo caso lo que aporta es pasivo y negativo. Son demasiados los compañeros que viven con su "mama" y van a fumarse un porro con sus amigos comuneros. Hay demasiados freaks chalados que se dedican a buscar la felicidad fumando y viviendo a costa de los demás, que invaden espacios comuneros durante una temporada y que después se largan sin haberse preocupado, ni tomado conciencia de las exigencias y de la realidad de quien lo ha hospedado sin comprometerse siquiera en actividades y responsabilidades comunitarias, no han fundado jamás situaciones alternativas, y después de años y de meses han buscado salidas desesperadas (heroína, robos, misticismos negros, paranoias de diferentes índoles). La comuna no es una casa de caridad que alberga a cualquier perdido porque se autoproclame contestatario, freak, anarco o pasón. La comuna exige una coherencia práctica que es mucho más difícil que la teórica, supone unas exigencias concretas y una responsabilidad social.
En resumen: no tengáis miedo de decir NO a alguien, no tengáis miedo de responder a la violencia con la justa violencia. Tenemos el deber de defender nuestra felicidad, nuestro desarrollo y nuestra alternativa. "Las ideologías son libertades mientras se crean, opresión cuando están creadas". Si las contraculturales fueron engendros maravillosos en los que todo era posible y todos encontraban un sitio para hacer su rollo, en 1as comunas armadas no puede ser así porque con estos presupuestos no funciona, hemos aprendido y nuestra ideología sigue evolucionando. Para negar a la espontaneidad primero hay que haber barrido de la mente la mierda burguesa y capitalista, por tanto la experiencia requiere una concordancia con los presupuestos y los fines. Y estos exigen una toma de postura radical y constante, caer en un falso espontaneísmo o en un misticismo cristiano de que todos somos buenos y todos juntos lo haremos todo y que debemos estar abiertos a cualquier persona por el mero hecho de ser un humano, es una falacia que no funciona, todo lo más es una argumentación que cuando se practica acaba destruyendo los logros de las comunidades más radicales y la convierte en una desmadrada casa de curas, en una horrenda casa de neurastenias sin dinámica y sin coherencia, y lo que es peor, sin alternativa. Y cae, cae porque los miembros poco a poco se agobian y no pueden aguantar el proceso de autodestrucción. Y te quemas y te retuerces nuevamente pero esta vez con un sabor mucho más amargo porque aquello en lo que habías puesto fuerzas e ilusiones y que habías presupuestado que iba a favor tuyo, ha fracasado. La comuna se dispersa y se disuelve. Y al rollo porro y tiro porque me toca.
Crear circuitos de trabajo alternativo
Muchas comunas optan por la total autosuficiencia e intentan organizar trabajos alternativos. La discusión, es más, el deseo de poder hacer un trabajo en la comuna, ha resultado ser una utopía, al menos en la ciudad. En el campo es más fácil realizar actividades comunes, agrícolas y artesanales. De todos modos, tanto en el campo como en la ciudad, el trabajo alternativo funcionará sólo si hay organización, creación de circuitos campo-ciudad. Es evidente que una alternativa real consiste en crear cooperativas de trabajo en las cuales podamos reapropiarnos de espacios de no-alienación dándonos ritmo, tiempos, modos de trabajo nuevos y creativos, aparte de conseguir el dinero para vivir. Con relación a todo esto se puede decir por ejemplo que la actividad artesanal ha resultado ser un inmenso fraude que tan sólo sirve para incrementar "un consumismo alternativo falso", tan sólo ha hecho incrementar el consumo y basta. Las tiendas de cosas usadas que han invadido los barrios viejos de las ciudades, aunque en la mayoría de los casos estén llevadas por compañeros, son una triste y pobre copia de las boutiques de los barrios ricos. Los freaks y los alternativos no han sabido organizarse de manera eficiente y han sido utilizados por los empresarios progres que han sabido crear nuevas cadenas comerciales, tan capitalistas como las otras, y tan sólo los han utilizado como mano de obra barata. No existen espacios o tiendas donde no triunfe exclusivamente la relación de venta, la exigencia de hacer mucho dinero. En las Ramblas barcelonesas donde últimamente aparecieron gran cantidad de vendedores ambulantes, la mayoría freaks, el espacio urbano se ha convertido en un mercado de mercancías que en la mayoría de los casos no llegan a ser ni siquiera artesanía.
Algunos le apodan el "nuevo corte inglés de la democracia".
A pesar de todo, se discute bastante sobre la posibilidad de organizar en los barrios obreros cooperativas de consumo que estuviesen coordinadas con las comunas rurales. Sin duda con ello se daría un gran paso. Los productos del campo llegarían sin contaminar a la ciudad, serían naturales. También estas cooperativas podrían vender vestidos, artesanía, objetos de decoración, muebles, lámparas... En el movimiento de reapropiación de la vida puede existir condicionado ya que la autosuficiencia total con relación al capital se obtendrá únicamente luchando colectivamente contra la explotación y aboliendo el capital.
(O lo que ampliamente suele denominarse “educación” o “formación”)
Breve análisis contextualizador por letra de Enzo Rullani. (1)
“¿Por qué hablamos hoy día de capitalismo cognitivo? En la plétora de discursos sobre la economía del conocimiento, por lo general se deja de lado la cuestión más importante, a saber: por qué hoy día sentimos la necesidad de unir la producción de valor económico a la producción de conocimiento. Por qué esta necesidad emerge con fuerza ahora en vez de hace diez o veinte años.
La unión de economía y conocimiento no es una novedad. Esta unión existe, y tiene mucha consistencia desde que, con la revolución industrial, la producción comenzara a utilizar máquinas (es decir, la ciencia y la tecnología incorporadas a las máquinas); después, con Taylor, a organizar científicamente el trabajo. Toda la historia del capitalismo industrial, durante sus dos siglos de existencia, es la historia de la extensión progresiva de las capacidades de previsión, de programación y de cálculo de los comportamientos económicos y sociales a través de la utilización del conocimiento. El «motor» de acumulación del capital ha sido puesto a punto por el positivismo científico, que ha recogido, en el último siglo, la herencia de las Luces, y que ha inscrito el saber en la reproducibilidad.”
Es decir, hoy día el trabajo realizado en un sistema industrial avanzado es esencialmente trabajo cognitivo, en el sentido de que se emplea el cerebro del trabajador para controlar las máquinas y los hombres, para resolver problemas, para comunicar y ejercer otras actividades cognitivas. Con la llegada de la mecanización, la contribución del hombre a la producción en términos de gasto de energía muscular se ha hecho ínfima, puesto que, con la mecanización, todas las operaciones energy intensives son ejecutadas utilizando «energía artificial» obtenida –gracias al trabajo cognitivo– de la naturaleza (carbón, petróleo, etc.). Por tanto, hoy día todo el trabajo, quitando algunas excepciones, es trabajo cognitivo.
“En el curso de los dos últimos siglos, el conocimiento ha jugado su papel en la objetivación del mundo, adaptando la naturaleza y los hombres a la producción. No ha llegado hasta el final. Sin embargo, en este proceso el conocimiento se convierte en parte integrante del desarrollo industrial, con las máquinas, los mercados y el cálculo económico. Así, en el capitalismo moderno el conocimiento se ha convertido en un factor necesario, tanto como el trabajo y el capital. Se trata, para ser más exactos, de un factor intermediario. Un poco como la máquina, el conocimiento «acumula» el valor del trabajo (y otros factores productivos) empleado para producirlo. A su vez, el conocimiento entra en la producción gobernando las máquinas, administrando los procesos y generando la utilidad para el consumidor. En el circuito productivo del capitalismo industrial, el trabajo genera el conocimiento y, el conocimiento, a su vez, genera el valor. De este modo el capital, para valorizarse, no debe solamente «subsumir» (siguiendo los términos marxistas) el «trabajo vivo», sino también el conocimiento que genera y que pone en el circuito. Esas son justamente las dificultades de esta «subsunción», que impiden reducir de manera simple el conocimiento a capital y que, en consecuencia, dan su sentido a la idea de capitalismo cognitivo.
En efecto:
1) En el circuito productivo del valor, el conocimiento constituye un mediador muy poco dócil, ya que la valorización de los conocimientos responde a leyes muy particulares. Estas leyes difieren profundamente de las imaginadas por el pensamiento liberal o marxista en sus teorías respectivas del valor. Por consiguiente, el capitalismo cognitivo funciona de manera diferente del capitalismo a secas [tout court];
2) Esta diferencia, que ha existido siempre, emerge hoy día y es fácilmente reconocible en el hecho de que los procesos de virtualización separan el conocimiento de su soporte material y lo vuelven [re]producible, cambiable, utilizable de manera distinta, tanto el capital como el trabajo que se ha empleado para producirlo. El posfordismo, que utiliza frecuentemente el conocimiento virtualizado, se revela completamente incomprensible en la ausencia de una teoría del capitalismo cognitivo;
3) La valorización del conocimiento, sobre todo cuando es utilizado de forma virtual, genera toda una serie de mismatching (incoherencias) en el circuito de la valorización. El proceso de transformación del conocimiento en valor no es, así, lineal y estable en el tiempo. Al contrario, implica la inestabilidad, puntos de discontinuidad, catástrofes, una multiplicidad de caminos posibles. Es justamente al situarnos en un punto de vista posfordista cuando los obstáculos reencontrados por la valorización del conocimiento ponen al descubierto espacios de «crisis». Entretanto, es en estos espacios, que son también espacios de libertad, donde pueden insertarse soluciones nuevas y transformaciones institucionales originales.“
A modo de ejemplo, en la «nueva economía» de Internet, la lógica de los multiplicadores ligada a la difusión induce a los propietarios a favorecer, por todos los medios, la adopción de sus propios sistemas y standards: las licencias de uso son cedidas de forma holgada, y la difusión de «clones» es admitida por la capa más baja del mercado. Versiones beta, casi definitivas, son igualmente puestas en circulación (programas cedidos de manera gratuita «a modo de prueba»). Se extiende la formación de las personas por estos programas. Del mismo modo, se deja telecargar gratuitamente el software desde su propio sitio, y se cede de forma casi gratuita paquetes de software con la compra de ordenadores, de libros, de servicios, etc. La lógica propietaria no ha desaparecido, pero ella debe subordinarse a la lógica de la difusión. Hay que encontrar el modo de apropiarse del valor «en velocidad» sin restringir la difusión (ver el resultado de la lucha concurrencial que han opuesto a Microsoft y Apple en el dominio de los sistemas de explotación para PC).
“Economía de la velocidad. El valor de los actos cognitivos, que es garantía para esta forma de escasez artificial, tiende estructuralmente a menguar con el tiempo. Los valores económicos están inscritos en el tiempo y varían con él. En este sentido, la economía del conocimiento es una economía de la velocidad: los valores no son stocks que se conservan en el tiempo, ellos decrecen con el aumento de la velocidad de los procesos. Para poder extraer del valor conocimientos es necesario entonces acelerar el uso para su mayor difusión posible. Al mismo tiempo, a menudo en razón misma de su difusión, el conocimiento es socializado. Es decir, que deviene patrimonio común a los concurrentes y a los usuarios potenciales, conforme van cayendo las barreras que limitan su acceso. Difusión y socialización son dos procesos paralelos. Sin embargo, el propietario (o el poseedor) del conocimiento debe mantenerlos apartados, acelerando el primero y ralentizando el segundo. El valor disponible para los productores depende, entonces, en cada momento, del gap que llegan a mantener entre la velocidad de la difusión y la de la socialización. El poder contractual (sustituabilidad) de las diferentes partes y de los diferentes factores determina, a través de los precios de los conocimientos intercambiados en los mercados «intermediarios», la distribución del valor disponible entre empresas, de una parte, y entre factores, de otra.” (2)
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Las formas de teorizar sobre “educación”, como también los intentos prácticos de ejercer la función de “educador”, han variado en su mutua insidencia o interferencia a lo largo del tiempo, en estos últimos años esta relación se esta viendo inclinada, a velocidades vertiginosas, a favorecer las prácticas por sobre las teorias, provocando una consecuente aceleración de teorias dispuestas a comprenderlas para tratar de anticiparlas, gran motivo de ello han sido las nuevas tecnologías, capaces de llevar la información (o datos o impulsos eléctricos u ondas satelitales etc., base cuantitativa-material, podriamos decir, del objeto transportado por las “nuevas tecnologías” y luego debenido texto, música, mapas, fotos, peliculas, etc.) a cualquier lugar del mundo y a costos cada vez más bajos en lo referente al transporte material del objeto debenido información, llegando hasta casi el punto de costo cero, debiéndose costear solo la herramienta de difusión y socialización, una computadora por ejemplo, el costo de energía eléctrica que demanda, y si se quiere imprimir algo, la tinta de las impresoras hogareñas que imprimen o el cd donde se quiera grabar música, una película, un texto, etc.
“La aparición repentina de la computadora personal, a principios de la década de los ochenta, puede parecer un accidente histórico; no corresponde a ninguna necesidad económica y es inexplicable si se dejan a un lado consideraciones como los avances en la regulación de las corrientes débiles y el grabado fino del silicio. Inesperadamente, empleados y ejecutivos de nivel medio se encontraron en posesión de una poderosa herramienta, de fácil uso, que les permitía recuperar el control –de hecho, si no de derecho– de los principales elementos de su trabajo. Durante varios años se libró una lucha sorda y poco conocida entre las empresas de informática y los usuarios "de base", a veces respaldados por equipos de informáticos apasionados. Lo más sorprendente es que poco a poco, tomando conciencia del costo y de la baja eficacia de la macroinformática, mientras que la producción en serie permitía la aparición de materiales y de programas burocráticos fiables y baratos, las empresas se pasaron al campo de la microinformática.” (3)
Esto muestra el avance de las tecnologías que permiten armar cuasi estudios, editoriales, casas de diseño o grabadoras en los hogares particulares de los hasta ahora “consumidores finales” del conocimiento / información, y que gracias a esta circulación de datos y a la posibilidad de producción material que los PCs les ofrecen, pueden franquear muy fácilmente la linea entre consumidores y productores del conocimiento.
Sumado todo esto a la posibilidad posterior de difusión de su material al mundo a través de Internet y sin costo alguno más que el mencionado anteriormente, que no es poco, y que dará la pauta de toda la economía y la cultura de una comunidad.
Ahora bien, situándonos en un país de cómoda economía o en países tercermundistas como el nuestro pero en las clases económicas medianamente liberadas de las necesidades primarias, desembocamos en la responsabilidad subjetiva sobre la continua producción del conocimiento, es decir, dados los materiales básicos de producción, distribución y socialización del conocimiento (cabe aclarar, aunque se deja interpretar, que esta categoría de “conocimiento” es usada aquí de una amplia manera, abarcando tanto el conocimiento y la producción científica, como artística, filosófica, literaria etc.) entonces deciamos que dado el mayor acceso a los materiales básicos de producción, depende, en consecuencia, cada vez más de los sujetos situarse como pasivos consumidores o como activos productores, e incluso dentro de que categoría o estilo de productores y consumidores.
Tanto es así que un grupo de “trabajadores” del arte, en la redefinición de sus “prácticas” propone como primer punto:
1. No somos artistas, tampoco por supuesto «críticos». Somos productores,
gente que produce. Tampoco somos autores, pensamos que cualquier idea de
autoría ha quedado desbordada por la lógica de circulación de las ideas en
las sociedades contemporáneas. Incluso cuando nos auto-describimos como
productores sentimos la necesidad de hacer una puntualización: somos
productores, sí, pero también productos.
Nuestro propio trabajo, la actividad que lo concreta, es en realidad el que
nos produce. Quizás incluso podríamos decir que nuestro trabajo tiene que
ver básicamente con la producción de gente, gente como nosotros. No
preexistimos (nadie preexiste) en punto alguno a esa producción. La cuestión
de la identidad del autor o su condición es una cuestión definitivamente
trasnochada. Nadie es autor: todo productor es una sociedad anónima -incluso
diríamos: el producto de una sociedad anónima. (4)
Si leemos y re-leemos este punto que precede y lo aplicamos con rigor a un cada vez mayor campo de actuación y no solamente a los “trabajadores” del arte, estaremos en camino de registrar un análisis exacto de la situación social que se vivencia actualmente en el campo del intercambio de información, además que participando en este, y por tanto construyéndolo y re-construyéndolo, haciéndonos a partir de nuestras “prácticas”.
En el terreno de la educación tradicional (estudios secundarios, terciarios, de grado y pos-grado) se evidencia en la cada vez mayor cantidad de cursos a distancia mediatizados por el PC y a través de Internet, lo mismo ocurre con la literatura, el cine, la música, los periódicos informativos, las radios, las bibliotecas, etc.
Y si sumamos a esto los distintos modos que conviven en cuanto a la forma de difundir y socializar todos estos conocimientos, tendremos una pequeña imagen en nuestras cabezas acerca de la innegable incidencia de la tecnología en lo que se entiende tradicionalmente por “educación”.
Internet, herramienta fundamentel para que todo esto se pudiera concretar, ha creado toda una nueva forma de concebir el mundo de la información y la socialización de esta, a la vez que ha creado las herramientas para hacerlo, y las conciencias para permitirlo.
El principal motivo de esto, creo, es la posibilidad que brinda de crear espacios donde la información viaje de forma no jerárquicamente organizada, la red misma está creada de esta manera, por lo tanto es plausible pensar que los modelos que emanen de esta serán, cada vez en mayor medida, réplicas de la red, de su estructura, lo que nos hace reflexionar acerca de los sistemas como principales responsables de los estilos que crean, reproducciones de las estructuras de estos mismos sistemas que los conciben.
Si queremos modos de socialización de la información convertida en conocimiento, y por tanto convertida en valor y desde el valor, más democráticos y horizontales, para que estos puedan brindar posibles herramientas con fines de crear ambientes de trabajo libres y abiertos a la reflexión y la crítica constante, elementos mínimos indispensables en la ciencia, el arte, la educación; deberemos reconocer sobre qué tipo de estructura de sistema están creados, ya que ésta será la “mátrix” a partir de la cual se clonaran y reproducirán todos los subsistemas prácticos para cada área específica, creando mundos a “su imagen y semejanza”.
Una serie de descubrimientos hechos en los últimos cuatro años permiten entender mucho mejor cómo funcionan las redes y, sobre todo, cuál es su topología. El primer punto notable es que la topología (la rama de la matemática que estudia las “formas” y sus relaciones con el espacio) de las redes siempre es la misma, explicó Albert-László Barabási, profesor de física en la Universidad de Notre Dame y autor de un libro de reciente publicación: Linked, The New Science of Networks (Enlazados, la nueva ciencia de las redes). Además de los nodos y enlaces, existen los agrupamientos de nodos (cluster, racimos) y la existencia de un pequeño número de nodos con un enorme número de enlaces a otros nodos (los hubs, cubos).
Todo sistema complejo tiene una estructura en red.
"Las redes son la nueva geometría del mundo moderno. De alguna manera, entender las redes se ha vuelto la disciplina que la ciencia de la cartografía fue hace siglos".
En este mismo sentido de “emergencia de necesidades nuevas” para la ciencia o, digamos mejor, para el mundo, surgen diferentes especialidades, o especializaciones para el caso de materias ya en curso, y diferentes funciones específicas para las personas - que formen parte y se sientan responsables de determinados ámbitos educativos, laborales, recreativos, etc.- como son por ejemplo el psicólogo, el médico, el filósofo, abogado, artista, escritor y cualquier persona que forme parte de espacios sociales con determinado fin como son las organizaciones, instituciones, asambleas, comunidades, el mundo.
Una de estas nuevas funciones a desarrollar, siguiendo el lineamiento descrito en este trabajo, sería la de portador-socializador de un discurso que posibilite la construcción de espacios tejidos en red, cooperativos, horizontales, participativos, que promuevan el diálogo entre sus integrantes, sería una función de “construcción de discursos”, tales que transmitan la estructura de la “matrix”, para entonces poder facilitar al mismo tiempo que su construcción, su sostenimiento y ampliación, entendiendo como tal, su mayor capacidad de establecer conexiones con otras redes, comunidades, organizaciones, instituciones.
Es en este sentido que fue estructurado este escrito, al mismo tiempo que una recolección de información, ordenada bajo una determinada coherencia y con un trabajo de análisis de la misma, también una herramienta de transmisión-socialización y puesta en práctica de la función.
(1) Enzo Rullani. Economista, profesor en la Universidad de Venecia, miembro de las revistas Economia e Politica Industriale, Pluriverso, Estato e Mercato, y de Economia e Societa Regionale. Sus trabajos de investigación versan sobre el papel del conocimiento en el posfordismo. Ha publicado: Dal fordismo realizzato al postfordismo possibile: la dificile transizione, en Rullani & Romano, Il postfordismo, Idee per il capitalismo prossimo venturo, Etaslibri, 1998; La conoscenza come forza produttiva: anatomia del postfordismo, en Cillario & Finelli, Capitalismo e conoscenza. L'astrazione del lavoro nell'era telematica, Manifestolibri, 1998.
(2) Publicado en el número 2 de Multitudes. Traducción de Beñat Baltza
(3) Michel Houellebecq. Publicado el 30 de junio de 2002 en el suplemento "La Jornada Semanal" del periódico mexicano La Jornada. Traducción: Encarna Castejón
(4) Redefinición de las prácticas artísticas ( lsa 47 ) “la société anonyme”
maximiliano perinetti