Los Nombres del Padre

...En los recientes y confusos debates hubo un grupo que se mostró realmente en su función de grupo, llevado por todas partes a ciegos torbellinos. Uno de mis alumnos intentó salvar un debate confuso en su nivel analítico, creyó su deber hablar. . . que la verdad, que la moneda auténtica, el sentido de una enseñanza, es que nunca se la atrapa. ¡Qué contrasentido increíble En cualquier caso, qué impaciencia infantil.

¿Equivale esto a justificar una función metonímica de la verdad? ¿Dónde se ha visto, como en matemáticas, que cada capítulo remita al siguiente? Me acercaba yo a cierto punto de la densidad a la que Uds. no podían llegar, no son sólo los atributos de la infatuación y de la estupidez, espíritu con forma de residuo, comité de redacción, hay otra cosa, y efectivamente encontré, a veces la encuentro, a la verdad de la praxis que se llama psicoanálisis ¿Cuál es su verdad? Si algo revela ser decepcionante, esa praxis debe avanzar hacia una conquista de lo verdadero por la senda del engaño, porque la transferencia no es otra cosa, en tanto no hay nombre en el lugar del Otro, inoperante. Si mi marcha es progresiva, prudente, ¿no es todo lo que he intentado promover por esa senda contra la cual siempre tuve que pronunciarme, sin lo cual amenaza resbalar hacia la vía de la impostura?

Desde hace dos años, habiendo confiado a otros el manejo interior de un grupo para dejar la pureza a lo que tengo que decirles: no hay diferencia entre el si y el no.

lacan :: seminario sobre los nombres del padre

1 comentarios:

Anónimo dijo...